1/5/17

Antonio Banderas, un español universal

IV Galardón Camino Real   Antonio con su hija   Fundación
El pasado 26 de abril, Antonio Banderas recibió de manos de nuestro Rey Felipe VI, el IV Galardón Camino Real otorgado por el Instituto Franklin-UAH como reconocimiento a un español universal que ha tendido puentes de entendimiento entre España y los Estados Unidos de América.

Su discurso prununciado en el precioso Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, me encantó por la originalidad, simpatía y sencillez que se identifica con su personalidad.

Todos sabemos que nació en Málaga y que siempre asiste como cofrade en la Semana Santa malagueña. Su trayectoria profesional también es conocida

Creó su fundación Lágrimas y Favores con dos objetivos:

1. Ofrecer recursos económicos a estudiantes universitarios que carezcan de ellos y les sean imprescindibles para la realización de sus estudios en cualquiera de las carreras incluidas y ofertadas por la Universidad de Málaga y estudios o prácticas de post-grado.

2. Promover e incentivar la integración de personas físicas como socios de la asociación de ayuda a enfermos de cáncer de la Fundación Cudeca. tanto económicamente como con recursos humanos para ayudar a mejorar la atención de los enfermos.

Aunque su trabajo le ha mantenido lejos de España, nunca ha olvidado su origen y se ha declarado español en cualquier evento o situación. El éxito no ha eclipsado su sencillez y sigue siendo amigo de sus amigos de siempre. Su mayor tesoro es su hija Stella del Carmen a quién dedicó el Goya de Honor 2015.

El pasado enero sufrió un ataque al corazón que le ha hecho plantearse la vida de otra manera más tranquila incluyendo su posible traslado de residencia a su querido país.

Os transcribo algunas de las declaraciones expresadas por José Antonio Domínguez Bandera que merece la pena recordar.

«El éxito está detrás del trabajo y del sacrificio, y luego está el talento.

Me confieso orgulloso de ser español.

Tenemos un país maravilloso y eso no se pone en valor; nos flagelamos duro, nos damos con el látigo. Yo no lo hago por respeto a los grandes artistas de este país. Todos ellos han sentido España. No se puede no sentirla y escribir «El sombrero de tres picos» y el «Romancero gitano» o pintar el «Guernica». Fuera complejos.

Nunca he tenido la sensación de haberme ido de Málaga, aunque lo hiciera físicamente.

Estoy orgullosísimo de formar parte de las cofradías de mi tierra.

La obviedad, y el continuo martilleo de ese contexto, es decir, la situación que vive nuestra gente, nuestro pueblo, como consecuencia de la maldita crisis que padecemos, y de todos los rotos que ésta va dejando a su paso, no sólo no atenúa, sino que acentúa el dramatismo de una letanía a la que diariamente se van añadiendo seres humanos que sufren, individuos con nombres y apellidos que pelean por mantenerse a flote, por no hundirse en este océano confuso de números macro-económicos, despiadados mercados y primas de riesgo.

Los límites de España no acaban en los confines marcados por sus fronteras físicas, sino en la demarcación establecida por sus pintores, sus músicos, sus escritores, sus pensadores, sus intelectuales, sus científicos e investigadores y un explosivo pueblo de espíritus libres e indomables. Eso es realmente lo que hacía y hace a España un país grande»

Podemos presumir de tener a un gran hombre como es José Antonio Domínguez Bandera o Antonio Banderas, como prefiráis.

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