21/2/15

Mihaela Noroc: "The Atlas of Beauty"

Mihaela Noroc         Mexico           Letonia
La fotógrafa Mihaela Noroc ha reunido una colección de 37 retratos de mujeres anónimas para mostrar la diversidad de la belleza femenina en el mundo.

Nació en Bucarest (Rumanía) hace 30 años. Le gusta viajar y ha recorrido hasta ahora 60 países con su cámara fotográfica y su mochila.

Hace dos años comenzó un viaje por todo el mundo, recorrió 37 países y comenzó un proyecto independiente único sobre mujeres de todo el mundo “The Atlas of Beauty en el que ha ido recopilando sus fotografías.

Durante un viaje a Etiopía descubrió una belleza plural y sorprendente alejada de los estándares occidentales: "Allí se encontraban estas mujeres espléndidas que conservaban sus tradiciones y asumían sus orígenes con orgullo. Demuestran que la belleza consiste en ser ante todo una misma”.

Sus preferencias:

• Los bulevares modernos de Tokio, las calles atestadas de Nueva York y las comunidades remotas de África o Amazonia donde viven desde hace 200 años y en las que puede dormir en sus casas.

• La variedad de la Tierra, la diversidad de la gente y descubrir su lado sincero y auténtico.

Su objetivo es mostrar la diversidad de nuestro planeta demostrando que lo más importante es conservar lo que nos hace diferentes y valorar los rasgos que diferencian a los demás.

Por el momento "The Atlas of Beauty" ha sido financiado con los ahorros de la fotógrafa y de su esposo, dinero que han conseguido con proyectos anteriores, pero se les está agotando y necesitan apoyo.

Estoy segura de que se cumplirá tu sueño y de que tu magnífico trabajo será recompensado.

6/2/15

Brian Dettmer: Cirujano de libros

Brian Dettmer    I      II     III
Brian Dettmer nació en 1974 en Naperville, una ciudad situada al oeste de Chicago y cuando cumplió 18 años se trasladó a Chicago para ir a la Universidad de Columbia donde obtuvo una licenciatura en Bellas Artes.

Su meta era investigar nuevas técnicas que le condujeran a crear lo que intuía y le inquietaba: “Me hice a la idea que iba a tener que trabajar durante el día para ganarme la vida, pero lo más importante para mí era crear mi propio trabajo”.

Su inspiración llegó con viejos libros, mapas, enciclopedias, manuales y cualquier otro tipo de literatura obsoleta: “Mi trabajo es una colaboración con el material existente y sus pasados creadores, las piezas terminadas exponen nuevas relaciones de los elementos internos de los libros en donde han estado desde su estado original en el momento de su concepción”.

Brian utilizando cuchillos, pinzas escalpelos y otros utensilios quirúrgicos, disecciona y esculpe meticulosamente una página a la vez, sin quitar o reemplazar el contenido, trabajando con la organización interna de cada libro. Descubre los prodigios en su interior dándoles un nuevo significado al tallar sobre ellos excepcionales obras de arte con su propio contenido.

Actualmente vive y trabaja en Atlanta donde puede dedicarse plenamente a su vocación.

Brian, has conseguido con tu trabajo y tesón que tu arte sea reconocido. Te lo mereces.

1/2/15

Wilson A. Bentley y sus fugaces maravillas

Wilson A. Bentley    I      II      III     IV      V
A través del microscopio descubrí que los copos de nieve eran portentos de belleza y me pareció una pena que esa belleza no pudiera ser apreciada por los demás. Cada cristal de hielo es una obra maestra del diseño, y ninguno se repite jamás. Cuando un cristal se derrite, ese diseño se pierde para siempre. Cuánta belleza perdida sin dejar ni un solo rastro.” Estas palabras fueron pronunciadas por el fotógrafo estadounidense Wilson A. Bentley en el año 1925.

Nació en 1865 en Jericho, Vermont. Su infancia transcurrió en la granja familiar donde le fascinaba el entorno natural que le rodeaba. Le encantaba estudiar las mariposas, las hojas, la lluvia y la nieve.

Cuando cumplió quince años le regalaron un microscopio. Su curiosidad se acrecentaba y deseaba retener lo que observaba. Le asombraba la nieve y se situaba en el frío invierno durante horas esperando pacientemente la caída de copos. Cuatro años más tarde, en 1885, observando lo difíciles que eran de fotografiar al derretirse tan rápido, decidió conectar su cámara de fuelle a su microscopio. El aparato fue instalado en la entrada con el fin de obtener fotos que mostraran los intrincados detalles de cada copo y para que los más delicados no se derritieran.

Cayó un copo de nieve,  cogió una pluma para colocarlo con cuidado debajo de la lente y, después de un minuto y medio, consiguió su primera fotografía con éxito.

A partir de esa primera fotografía en 1885, hizo más de 5.000 observando que cada copo de nieve era único y estaba formado por cristales de nieve.

Sus microfotografías y artículos fruto de su trabajo fueron publicados en diversas revistas científicas y populares de su época.

En el año 1904, donó una colección de 500 de sus fotografías a la Institución Smithsonian Archives para garantizar su seguridad aunque la mayor colección de sus fotografías se conserva en Jericho Historical Society ubicada en su ciudad natal.

Bentley falleció en 1931 en Jericho, su hogar donde siempre residió, a causa de una neumonía que contrajo después de caminar a través de una tormenta de nieve.

Gracias al trabajo de Wilson A. Bentley se pudieron hacer las primeras clasificaciones de las formas de los cristales de hielo.

Si tenemos en cuenta los medios con que contaba este gran hombre autodidacta, podremos valorar su genial trabajo. Desde ahora cuando vea caer la nieve le recordaré con su antigua cámara y observaré los copos de una manera diferente.

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