Nuestra tradición de tomar las 12 uvas esta noche, una por cada mes del año, para que el nuevo año cumpla nuestros deseos, tiene diferentes orígenes. Os transcribo un simpático artículo que escribió el periodista y humorista gallego
Luis Taboada el
31 de diciembre de 1897 en el periódico
El Imparcial fundado por
D. Eduardo Gasset y Artime.
LAS UVAS MILAGROSAS
"Para obtener la dicha durante un año entero es preciso comer doce uvas el 31 de Diciembre, al sonar la primera campanada de las doce de la noche.
Dicho se está que la baratura del artículo coloca el amuleto al alcance de todas las fortunas, y por consiguiente, son limitadas las personas que dejan de verificar la sencilla y grata operación.
Pero se ha observado que con uvas y todo, hay seres á los cuales no llega la virtud de la medicina; y lo primero que les sucede es caer en la cama, víctimas de un cólico, y después se llenan de granos y de hijos y de todo género de calamidades.
Los inteligentes en amuletos afirman que esto consiste en que no todos saben cómo se comen las uvas, y que no basta meterlas en la boca y tragarlas tranquilamente.
—No, señor—me decía un nigromántico de la provincia de Huesca que está aquí de paso.— No todos saben comer uvas. Lo primero que hay que hacer es lavarlas; después se colocan en fila sobre una mesa; si la mesa tiene tapete de hule, mejor. Después se las va cogiendo una á una, y sin quitarlas el rabilo se comen todas á la vez, inclinando la cabeza al lado derecho. Con esta sencilla operación se consigue un año de felicidades.
Otros dicen que no hay tal cosa: que las uvas deben comerse de pie, una tras otra, sin tomar respiración, y que al tragar la última es preciso dar una vuelta de vals y después acostarse.
En esto de las uvas se ven cosas muy raras.
Un amigo mío, muy supersticioso, que ha escrito una obra sobro los sueños y sobre la influencia del berro en la suerte de las personas, come las uvas sentado en una silla, con la cabeza tapada y las piernas en cruz. Encima de las uvas bebe una disolución de caldo del puchero y extracto da regaliz.
Cuando ha concluido de beber se echa de bruces sobre la cama para que el líquido baje con lentitud; y merced á esta operación, realizada con fe, mi amigo consigue mejorar de fortuna cada doce meses.
Llegó á Madrid hace tres años siendo cirujano de segunda clase, y faltó muy poco para que le hiciesen ahora ministro de Ultramarinos con motivo del nuevo decreto que ha de regir en todas las calles, callejuelas, plazas y plazuelas que tiene la isla de Cuba.
No basta, pues, que se coman uvas el 31 de Diciembre. Hay que saber cómo se comen y con qué dedos y en qué circunstancias.
Lo que se debe hacer, según la opinión más generalizada, es procurar que las uvas sean buenas y que se coman en buena compañía.
Y después... después se echa uno el alma á la espalda, y es seguro que no ha de sufrir ninguna clase de sinsabores durante el año nuevo."
Deseo, de corazón, que en el nuevo año 2015 se cumplan todos vuestros sueños.
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