24/2/12

El tesoro de la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes” vuelve a España

fragata Nuestra Señora de las Mercedes
fragata "Nuestra Señora de las Mercedes”
Los dos aviones C-130 Hércules que despegaron el pasado martes a las 10,00 horas de la Base Aérea de Zaragoza, para recoger el tesoro que transportaba la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes” ya ha salido de la base aérea de MacDill en Tampa y tiene previsto llegar a España mañana.

Vuelven más cargados de lo previsto. Según ha declarado Miguel Morer, jefe de prensa del Ministerio de Defensa español a la agencia de prensa AFP: "En total fueron 49.000 libras (más de 23 toneladas) muchas más de las 17 toneladas pensadas en un principio, porque la primera cantidad que comunicó la empresa se ve que no era la correcta"

La empresa Odyssey capturó este tesoro en 1977. En el programa Visión Global de Nueva york Mariano Saavedra Business TV hizo una entrevista a su presidente Mark Gordon en la que podemos percatarnos de su profesionalidad.

Las últimas declaraciones de Melinda MacConnel, vicepresidenta de Odyssey retratan a su empresa: "Tristemente creemos que este caso, a la larga, tendrá un profundo efecto negativo sobre la herencia cultural subacuática española… es triste que España no haya considerado el alto costo del almacenaje y conservación de las monedas y que esta acción de la justicia terminará repercutiendo en el futuro en que nadie estará incentivado para informar de hallazgos bajo el agua. Cualquier cosa hallada que tenga un potencial interés para España será escondida o, lo que es incluso peor, fundida o vendida en eBay"

El litigio contra Odyssey:

Empezó en junio de 2009 cuando los jueces de Tampa (el juez Mark Pizzo entre ellos), primero, y los de la Corte de Apelaciones de Georgia, después, fallaron una y otra vez a favor de España. Su argumento fue siempre que el tesoro encontrado por Odyssey pertenecía a un buque de guerra español, Nuestra Señora de las Mercedes, hundido el 5 de octubre de 1804 tras un ataque de la flota británica, y que, por tanto, todos los derechos sobre la carga y el pecio pertenecen al país que abanderaba el buque.

Cuando España comenzó el litigio ante el tribunal de Tampa, donde Odyssey había llevado la carga, ni siquiera tenía todavía pruebas contundentes de que el tesoro procediera de "La Mercedes". Esas pruebas, cientos de documentos de los archivos históricos de la Armada fueron aportándose a medida que avanzaba el proceso. De allí salió la carta de Godoy enviada el 13 de septiembre de 1802 al ministro de Marina, Domingo de Grandallana, en la que sugiere que se envíen algunos buques de guerra a recoger "caudales y frutos preciosos para España". Entre los documentos claves, figura la Real Orden de 6 de noviembre de 1802 que determina la creación de una escuadra de guerra formada por cuatro fragatas, entre ellas La Mercedes, cuya misión oficial consistía en ir a Lima a recoger "los caudales" (el tesoro).

El almirante Gonzalo Rodríguez González-Aller Director del Museo Naval de Madrid, declaró: "Tuvimos que demostrar que era una fragata del Estado en una misión oficial y no comercial, como ellos afirmaban"; Odyssey empezó incluso negando la identidad del barco y defendiendo que la carga pertenecía a los descendientes de los mercaderes que viajaban en el buque.

Pilar del Campo Hernán, jefa del archivo del Museo Naval relata: “De los archivos históricos de la Armada salieron los documentos claves para desenmascarar la tesis de Odyssey, Otro aspecto vital fue la demostración de que los familiares de las víctimas de la fragata, hundida el 5 de octubre de 1804 por buques de guerra británicos, habían percibido indemnizaciones, incluidos los comerciantes que viajaban con monedas. Los archivos probaron que todas las familias fueron compensadas en su momento".

Ambos certifican que ciento treinta expedientes, con centenares de documentos cada uno, de los archivos históricos de La Armada contrarrestaron "uno a uno los argumentos" de la compañía Odyssey.

El trabajo de investigación se ha llevado a cabo en los archivos históricos de La Armada, tanto en los ubicados en la sede madrileña del Museo Naval, como en los que se encuentran en el Archivo General de La Marina, en El Viso del Marqués (Ciudad Real), en el centro de Esopaña, donde se atesoran 12 kilómetros de expedientes y de donde procede la gran mayoría de la documentación aportada en la causa.

Asimismo, se trabajó en la Real Academia de la Historia y en el Archivo General de Indias en Sevilla, de forma que prácticamente se ha reconstruido la historia de la fragata, desde su construcción hasta su hundimiento en octubre de 1804 por los ingleses frente a las costas del Algarve.

Pilar del Campo continúa explicando cómo “Este minucioso trabajo ha permitido constatar ante los tribunales de Estados Unidos que La Armada española no abandona sus buques, que los tiene todos registrados, frente a los argumentos de Odyssey, empresa que "jugó" con otra fragata comercial de nombre similar”

Colaboración de Estados Unidos

Uno de los hechos que han ayudado a decantar las decisiones judiciales hacia el lado español ha sido el apoyo del Gobierno de Estados Unidos. En septiembre de 2009, la Administración de Barack Obama presentó un escrito en Tampa con "la posición oficial de Estados Unidos en apoyo de los intereses de España". La razón de ese apoyo está en el mismo escrito: "Estados Unidos debe apoyar los principios que protegen los barcos hundidos, no solamente para cumplir las leyes internacionales, sino para asegurar un trato recíproco de las demás naciones con nuestros buques".

Mariano Aznar, miembro de la comisión científica del Plan Nacional para la Protección del patrimonio subacuático declaró: "Su apoyo fue importantísimo…Este caso sienta un precedente que se suma a los casos del Juno y La Galga, barcos hundidos en 1802 y 1750. En aquella ocasión, se hallaban en aguas estadounidenses… Con la decisión de ahora, este tipo de empresas saben que, cuando se trata de un barco de otro estado, los tribunales estadounidenses tendrán en cuenta preferentemente el derecho del estado de pabellón sobre sus buques de estado".

El almirante Gonzalo Rodríguez ha declarado que las monedas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes ya tienen destino: Cartagena y Madrid y que los restos arqueológicos se repartirán entre el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ubicado en Cartagena (Murcia), y el Museo Naval de la Armada, en Madrid.

Es partidario de que se puedan legar algunas colecciones a museos de Estados Unidos en señal de agradecimiento por el claro apoyo de la administración estadounidense. Su propuesta, asegura, ha sido bien acogida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que tiene las competencias sobre los restos: "Pero una vez que en un museo se expongan 100 o 200 monedas, y teniendo en cuenta que se repiten, sería buena idea donarla a otros museos de Estados Unidos…Es un éxito para todos los españoles, y también para La Armada, porque ha sido una gran lucha para que se respete nuestra historia naval…la sentencia permite al Gobierno tomar la iniciativa en la defensa del patrimonio subacuático de España, el más rico del planeta… esto es una importante lección que pone de manifiesto la necesidad de conservar los archivos históricos” reconoce la ayuda de la U.S Navy, "que apoyó nuestros argumentos, porque ambas reconocemos los pecios como las tumbas de nuestros marinos".

El proceso no ha acabado porque en este traslado no está todo el botín del pecio: faltan 59 piezas, una serie de objetos de oro, plata y metales que la empresa Odyssey escondió en una nave de Gibraltar y el Ministerio de Cultura continuará con el procedimiento hasta recuperarlas.

Me satisface comprobar que la larga batalla contra esta “empresa” la han ganado prestigiosos y competentes españoles. Mi enhorabuena a todos ellos que han logrado que el tesoro de nuestra fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes” esté donde le corresponde: España

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