23/3/13

Francisco Salzillo: Semana Santa de esplendor

La última cena  Francisco Salzillo  El beso de Judas
Ayer, Viernes de Dolores, empezaba en España la Semana Santa y he recordado las maravillosas esculturas realizadas por Francisco Salzillo que tuve ocasión de contemplar, hace ya algunos años, durante mi etapa universitaria.

Su biografía retrata su sencillez y talento. Nació en Murcia el 21 de mayo del año 1707. Era el hijo mayor del matrimonio formado por el escultor italiano Nicolás Salzillo e Isabel Alcaraz a la que conoció al llegar a Murcia para trabajar con Nicolás de Bussy.

Estudió letras y dibujo en el colegio jesuita de San Esteban. Unos años más tarde fue novicio dominico, orden que tuvo que abandonar cuando su padre falleció en el año 1727 para encargarse de su taller. Su formación artística se limitó a las enseñanzas de su padre y a su experiencia adquirida con los dominicos.

En el año 1746 contrajo matrimonio con Juana Vallejos una gran mujer que, cuando sus obligaciones domésticas se lo permitían, acudía al taller para acompañarle y ayudarle; unas veces en los trabajos propios del artista, otras posando como modelo, sobre todo, cuando él tenía que tallar alguna imagen de mujer y en concreto de la Virgen (La Virgen de los Dolores).

La vida de Salzillo transcurrió sosegadamente en su ciudad. Sólo se desplazaba para ocuparse de algunos encargos llegando, incluso a declinar la invitación del Conde de Floridablanca (paisano suyo) que le hubiera permitido trasladarse a Madrid y darse a conocer en la Corte.

Paulatinamente, Salzillo se fue convirtiendo en un artista respetado y querido. Los encargos se acrecentaban, no sólo de las iglesias y conventos de Murcia, sino también de provincias limítrofes como Alicante, Albacete y Almería. Este éxito propició que en 1755 se le nombrara "Escultor Oficial del concejo de Murcia e inspector de pintura y escultura".

Tras el fallecimiento de su esposa en el año 1763 empieza a compaginar su actividad artística con una serie de reuniones con otros artistas e intelectuales de la ciudad, que culminarían con la fundación de la Real Sociedad Económica de Amigos del País en el año 1777 y la Escuela de Dibujo de la que Salzillo sería el primer director.

En cuanto a su método de trabajo, Francisco Salzillo era sistemático: primero dibujaba en papel el boceto de la escultura y después la modelaba en arcilla, cera o yeso antes de llevarla para su acabado a su taller. El trabajo en el taller estaba jerarquizado: Salzillo marcaba las directrices y trabajaba las piezas más importantes mientras que sus colaboradores se encargaban de los trabajos más rutinarios.

Para sus esculturas prefería la madera policromada y prevalecía la belleza ideal sobre el dramatismo.

Falleció el 2 de Marzo del año 1783 y fue enterrado, por deseo expreso con el hábito franciscano, en el Convento de las Capuchinas donde su hermana Francisca de Paula era monja.

Su fama nacional llegó con retraso, como casi siempre, a finales del siglo diecinueve cien años después de su muerte.

En su lápida reza el epitafio, que él en vida quiso que le esculpieran: "Absorta est mors in victoria" (La muerte ha sido vencida por la victoria).

Una inscripción que resume la vida y obra de nuestro genial artista Francisco Salzillo.

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