Mason Wartman Rosa's Fresh Pizza Cliente y Mason |
Mason Wartman había conseguido triunfar en Wall Street trabajando en la bolsa de Nueva York. Tenía sólo 25 años y la vida asegurada; sin embargo, se planteó si el éxito y el dinero le bastaban para ser feliz. No lo pensó demasiado y en el año 2013, se marchó a Filadelfia, compró un local y montó su sencillo negocio, una pizzería a la que llamó Rosa's Fresh Pizza por cariño a su madre, Rose.
Mason deseaba aportar algo positivo a la sociedad y su propósito fue vender pizzas a un dólar. Instaló un sistema de pago por adelantado dando la opción a todos los clientes de dejar una porción de pizza para los más necesitados. Para dejar constancia de su pago, el cliente escribe un mensaje destinado al futuro receptor en una nota auto-adhesiva que luego cuelga en la pared. Cuando el indigente come su ración responde con otra nota. Al principio entre 30 y 40 clientes sin hogar recibían su porción.
Mason no sabía cómo hacer pizzas, pidió consejo a unos de sus proveedores y utilizó un gráfico para encontrar la manera de hacer masa convirtiéndose en un experto. Le ayudaban quienes conocían la técnica y no tenían recursos económicos. Trituran mozzarella de grandes trozos y preparan la salsa con los tomates enteros, que son más baratos y las pizzas resultan más sabrosas.
Las paredes vacías del local empezaron a llenarse de notas de colores con todo tipo de mensajes o dibujos de los niños que comían y no sabían escribir. Entrañables y alegres notas como: «Sonríe», «Una pequeña Rosa de otra pequeña Rosa», «Disfruta», «Espero que esto te haga feliz», «Toma algo de pizza y pasa un buen día», «Saludo de Seattle Disfrute de su pizza», «Comer, Comer …», «¡Deliciosas porciones! ¡Feliz primavera, Filadelfia!» y corazoncitos dibujados.
Su iniciativa llamó la atención a nivel nacional apareció en Upworthy, luego en Internet y Ellen DeGeneres lo invitó a su programa quien después de escuchar su historia, le entregó un cheque de 10.000 dólares para que el negocio siga adelante.
Desde entonces Rosa's Fresh Pizza es todo un éxito, ha regalado más de 23.000 porciones y está proporcionando comidas gratis a 100 personas en un día determinado.
Este alza en Rosa's Fresh Pizza significa que Wartman necesita más empleados y, fiel a sus principios, contrata a través de agencias que conectan con personas sin techo. También han comenzado a vender ropa oficial de Rosa's Fresh Pizza diseñadas por artistas sin hogar, La mitad de todos los ingresos se invierte en apoyar a la comunidad pobre de Filadelfia y ha financiado un 10% de las pociones donadas.
Mason Wartman no sale de su negocio, trabaja detrás del mostrador todos los días. Le han comentado que su generosidad ayuda a reducir delitos menores que se producían para conseguir dinero para comer.
Mason ha creado un círculo mágico de generosidad: «Es una forma muy fácil, transparente y eficiente de ayudar a los demás. Hay veces que las personas sin hogar compran pizzas para otras personas.»
Mason deseaba aportar algo positivo a la sociedad y su propósito fue vender pizzas a un dólar. Instaló un sistema de pago por adelantado dando la opción a todos los clientes de dejar una porción de pizza para los más necesitados. Para dejar constancia de su pago, el cliente escribe un mensaje destinado al futuro receptor en una nota auto-adhesiva que luego cuelga en la pared. Cuando el indigente come su ración responde con otra nota. Al principio entre 30 y 40 clientes sin hogar recibían su porción.
Mason no sabía cómo hacer pizzas, pidió consejo a unos de sus proveedores y utilizó un gráfico para encontrar la manera de hacer masa convirtiéndose en un experto. Le ayudaban quienes conocían la técnica y no tenían recursos económicos. Trituran mozzarella de grandes trozos y preparan la salsa con los tomates enteros, que son más baratos y las pizzas resultan más sabrosas.
Las paredes vacías del local empezaron a llenarse de notas de colores con todo tipo de mensajes o dibujos de los niños que comían y no sabían escribir. Entrañables y alegres notas como: «Sonríe», «Una pequeña Rosa de otra pequeña Rosa», «Disfruta», «Espero que esto te haga feliz», «Toma algo de pizza y pasa un buen día», «Saludo de Seattle Disfrute de su pizza», «Comer, Comer …», «¡Deliciosas porciones! ¡Feliz primavera, Filadelfia!» y corazoncitos dibujados.
Su iniciativa llamó la atención a nivel nacional apareció en Upworthy, luego en Internet y Ellen DeGeneres lo invitó a su programa quien después de escuchar su historia, le entregó un cheque de 10.000 dólares para que el negocio siga adelante.
Desde entonces Rosa's Fresh Pizza es todo un éxito, ha regalado más de 23.000 porciones y está proporcionando comidas gratis a 100 personas en un día determinado.
Este alza en Rosa's Fresh Pizza significa que Wartman necesita más empleados y, fiel a sus principios, contrata a través de agencias que conectan con personas sin techo. También han comenzado a vender ropa oficial de Rosa's Fresh Pizza diseñadas por artistas sin hogar, La mitad de todos los ingresos se invierte en apoyar a la comunidad pobre de Filadelfia y ha financiado un 10% de las pociones donadas.
Mason Wartman no sale de su negocio, trabaja detrás del mostrador todos los días. Le han comentado que su generosidad ayuda a reducir delitos menores que se producían para conseguir dinero para comer.
Mason ha creado un círculo mágico de generosidad: «Es una forma muy fácil, transparente y eficiente de ayudar a los demás. Hay veces que las personas sin hogar compran pizzas para otras personas.»
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