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Los XXXI Juegos Olímpicos se celebrarán entre el 5 y el 21 de agosto de 2016 en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. Es la primera vez que dicho país ha sido designado como sede de los Juegos Olímpicos. La candidatura de Río de Janeiro 2016 se basó en cuatro conceptos:
• Excelencia técnica que implicaba reforzar aspectos como el alojamiento, el transporte, la seguridad y el aspecto financiero.
• Experiencia que proponía estadios llenos y pasión por el deporte.
• Transformación basada en una mezcla de intervención social y ambiental en la ciudad de Río, orientados para la inclusión social de los colectivos marginados mediante la transformación olímpica.
• Apoyo al movimiento olímpico y paraolímpico para impulsar el olimpismo en los jóvenes sudamericanos y el voluntariado.
Si a estos cuatro conceptos añadimos que en Río de Janeiro se pueda construir el complejo olímpico ecológico denominado Solar City Tower me parece una de las candidaturas más acertada.
La empresa suiza RAFAA Arquitectura y Diseño presentó, en el marco del Concurso Internacional de Arquitectura para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, su Solar City Tower, que incluye una torre auto-sustentable que podría hacer de dichas olimpiadas, las primeras en no producir emisiones de carbono.
Su diseño le permite aprovechar la energía solar durante el día por los paneles situados a nivel del suelo, mientras que el exceso de energía producida se canaliza a la bomba de agua de mar en el interior de la torre, produciendo un efecto de agua que cae en la piscina. Esta agua se reutiliza de forma simultánea a través de turbinas para producir energía durante la noche. Estas características le permiten asignar el título de este proyecto de desarrollo sostenible en la torre, siguiendo los supuestos de la “Tierra de las Naciones Unidas a la Cumbre” de 1992, lo cual también ocurrió en Río de Janeiro, contribuyendo así a fomentar entre los habitantes de la ciudad el uso de los recursos naturales para la producción de energía.
El Solar City Tower enclavado en una isla de la Bahía de Guanabara también incluye: un anfiteatro en el cual se podrían desarrollar reuniones sociales y diversos eventos; un auditorio; una cafetería y tiendas en la planta baja, desde donde se accede también al ascensor público que conducirá al visitante a diferentes observatorios, así como una plataforma retráctil para la práctica del puenting.
La construcción de esta torre solar ayudaría a la ciudad de Río de Janeiro a iniciar un movimiento verde a nivel planetario, para el desarrollo sostenible de
las estructuras urbanas, además dará la bienvenida a los visitantes y promoverá el compromiso de sus habitantes con la Tierra y el uso de las energías sostenibles.
• Excelencia técnica que implicaba reforzar aspectos como el alojamiento, el transporte, la seguridad y el aspecto financiero.
• Experiencia que proponía estadios llenos y pasión por el deporte.
• Transformación basada en una mezcla de intervención social y ambiental en la ciudad de Río, orientados para la inclusión social de los colectivos marginados mediante la transformación olímpica.
• Apoyo al movimiento olímpico y paraolímpico para impulsar el olimpismo en los jóvenes sudamericanos y el voluntariado.
Si a estos cuatro conceptos añadimos que en Río de Janeiro se pueda construir el complejo olímpico ecológico denominado Solar City Tower me parece una de las candidaturas más acertada.
La empresa suiza RAFAA Arquitectura y Diseño presentó, en el marco del Concurso Internacional de Arquitectura para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, su Solar City Tower, que incluye una torre auto-sustentable que podría hacer de dichas olimpiadas, las primeras en no producir emisiones de carbono.
Su diseño le permite aprovechar la energía solar durante el día por los paneles situados a nivel del suelo, mientras que el exceso de energía producida se canaliza a la bomba de agua de mar en el interior de la torre, produciendo un efecto de agua que cae en la piscina. Esta agua se reutiliza de forma simultánea a través de turbinas para producir energía durante la noche. Estas características le permiten asignar el título de este proyecto de desarrollo sostenible en la torre, siguiendo los supuestos de la “Tierra de las Naciones Unidas a la Cumbre” de 1992, lo cual también ocurrió en Río de Janeiro, contribuyendo así a fomentar entre los habitantes de la ciudad el uso de los recursos naturales para la producción de energía.
El Solar City Tower enclavado en una isla de la Bahía de Guanabara también incluye: un anfiteatro en el cual se podrían desarrollar reuniones sociales y diversos eventos; un auditorio; una cafetería y tiendas en la planta baja, desde donde se accede también al ascensor público que conducirá al visitante a diferentes observatorios, así como una plataforma retráctil para la práctica del puenting.
La construcción de esta torre solar ayudaría a la ciudad de Río de Janeiro a iniciar un movimiento verde a nivel planetario, para el desarrollo sostenible de
las estructuras urbanas, además dará la bienvenida a los visitantes y promoverá el compromiso de sus habitantes con la Tierra y el uso de las energías sostenibles.
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