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Gustavo Adolfo Bécquer es uno de mis escritores y poetas románticos preferido y, leyendo el Heraldo de Aragón, vi la sugerencia de visitar El Monasterio de Veruela como otra posibilidad de disfrutar durante las vacaciones. Este monasterio, impresionante por su belleza y entorno, está muy vinculado a Gustavo Adolfo Bécquer que en 1864 fue a reponerse de su tuberculosis y le acompañaba su hermano Valeriano.
De Valeriano, dibujante y retratista, yo desconocía casi todo. Indagando me ha sorprendido la belleza de sus láminas y ahora entiendo la relación de los dos hermanos con el Monasterio de Veruela.
Los hermanos Bécquer visitaron en varias ocasiones el lugar, pero fue entre diciembre de 1863 y octubre de 1864 cuando se alojaron en la hospedería delmonasterio dedicándose ambos a trabajar dando fruto a magníficas obras.
Gustavo Adolfo, durante aquellos meses, escribió Cartas desde mi celda, que fueron publicadas en el periódico madrileño El Contemporáneo del que era redactor.
En estas cartas relataba su viaje al monasterio, el respeto de la gente humilde, sus paseos por los alrededores del monasterio y la serenidad que le producía el contacto con la naturaleza resaltando la belleza del Moncayo, la diferencia entre la pomposidad de los cementerios de la capital y la sencillez de los de los pueblos pequeños rodeados de vegetación, como el de Trasmoz, y recogiendo leyendas populares sobre las brujas contadas por los aldeanos.
De Valeriano, dibujante y retratista, yo desconocía casi todo. Indagando me ha sorprendido la belleza de sus láminas y ahora entiendo la relación de los dos hermanos con el Monasterio de Veruela.
Los hermanos Bécquer visitaron en varias ocasiones el lugar, pero fue entre diciembre de 1863 y octubre de 1864 cuando se alojaron en la hospedería delmonasterio dedicándose ambos a trabajar dando fruto a magníficas obras.
Gustavo Adolfo, durante aquellos meses, escribió Cartas desde mi celda, que fueron publicadas en el periódico madrileño El Contemporáneo del que era redactor.
En estas cartas relataba su viaje al monasterio, el respeto de la gente humilde, sus paseos por los alrededores del monasterio y la serenidad que le producía el contacto con la naturaleza resaltando la belleza del Moncayo, la diferencia entre la pomposidad de los cementerios de la capital y la sencillez de los de los pueblos pequeños rodeados de vegetación, como el de Trasmoz, y recogiendo leyendas populares sobre las brujas contadas por los aldeanos.
Todas las tardes recibía un ejemplar de su periódico y sentado al pie de la Cruz negra, actualmente llamada de Bécquer, situada a la entrada del monasterio, lo leía con agrado pero sin añoranza. En la carta II manifiesta la paz que encuentra en este lugar: “Lo que se siente y se piensa aquí en armonía con la profunda calma y el melancólico recogimiento de estos lugares, ¿podrá encontrar un eco en los que viven en ese torbellino de encontrados intereses, de pasiones sobreexcitadas, de luchas continuas, que se llama la corte?”.
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Valeriano, por su parte, hizo en Veruela los 91 dibujos del álbum Espedición (sic) de Veruela en el que incluye vistas del cenobio, detalles arquitectónicos y decorativos, paisajes que muestran la austera serenidad del lugar, tipos lugareños y pueblos como Trasmoz y Vera.
El "Espacio Bécquer", ubicado en cinco celdas del monasterio nuevo y en algunas otras dependencias, acoge una exposición permanente sobre la relación de los hermanos Bécquer con el cenobio. Se reproducen, entre otras muchas, todas las imágenes conocidas de Valeriano sobre el monasterio y una muestra bibliográfica de ediciones y estudios sobre los dos artistas.
Gustavo Adolfo Bécquer está muy relacionado con Aragón, además algunos de sus principales investigadores trabajan en la Universidad de Zaragoza o son aragoneses, como Leonardo Romero Tobar, Esther Ortas y su máximo especialista Jesús Rubio Jiménez, director de la revista El gnomo y de una colección específica de textos becquerianos: Pintura y Literatura en Gustavo Adolfo Bécquer que recibió el premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos y La fama póstuma de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer, entre otros.
Afirma Jesús Rubio que Bécquer, cuando escribe, invita a la gente a visualizar cosas: el mercado de Tarazona, o la aparición de la Virgen a Pedro Atarés en Veruela.
Bécquer también escribió algunas leyendas relacionadas con Aragón como La corza blanca y El gnomo.
¿Os apatece visitar fugazmente el monasterio?
El "Espacio Bécquer", ubicado en cinco celdas del monasterio nuevo y en algunas otras dependencias, acoge una exposición permanente sobre la relación de los hermanos Bécquer con el cenobio. Se reproducen, entre otras muchas, todas las imágenes conocidas de Valeriano sobre el monasterio y una muestra bibliográfica de ediciones y estudios sobre los dos artistas.
Gustavo Adolfo Bécquer está muy relacionado con Aragón, además algunos de sus principales investigadores trabajan en la Universidad de Zaragoza o son aragoneses, como Leonardo Romero Tobar, Esther Ortas y su máximo especialista Jesús Rubio Jiménez, director de la revista El gnomo y de una colección específica de textos becquerianos: Pintura y Literatura en Gustavo Adolfo Bécquer que recibió el premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos y La fama póstuma de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer, entre otros.
Afirma Jesús Rubio que Bécquer, cuando escribe, invita a la gente a visualizar cosas: el mercado de Tarazona, o la aparición de la Virgen a Pedro Atarés en Veruela.
Bécquer también escribió algunas leyendas relacionadas con Aragón como La corza blanca y El gnomo.
¿Os apatece visitar fugazmente el monasterio?
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