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En La lettre d'info du Figaro ("El boletín de noticias del periódico Le Figaro") a la que estoy suscrita, hay una sección: 24 heures photo, en la que aparecen las más bellas imágenes de la semana. Una de ellas es el motivo de esta entrada “La valse des oursons” (“El vals de los oseznos”) fotografía tomada en El parque nacional y Reserva Katmai (Katmai National Park and Preserve).
Entre todas las especies de osos, mis preferidos son el oso polar, el oso panda, el oso pardo y el grandioso oso grizzli (una subespecie del oso pardo) que me fascina por su belleza y corpulencia.
Pueden pesar hasta 680 kg y miden 1 metro postrados sobre sus 4 patas y 2,4 metros cuando se posan sobre sus patas traseras.
Son omnívoros, y aunque los vegetales forman el 90% de su dieta, también cazan presas grandes, como renos, bisontes, venados e incluso osos negros y disfrutan comiendo truchas y salmones.
En Katmai habita la mayor población protegida de osos grizzli, unos 2.000. El parque está ubicado en la península de Alaska, incluyendo la Isla Kodiak y las Cataratas Brooks; en total una extensión de 19.122 km² incluyendo los 13.696 km² del parque en el cual la mayoría son zonas salvajes.
Un hábitat ideal para los osos. Se mueven en total libertad, tienen su espacio y pasado su letargo durante el invierno, en verano se reúnen en las cataratas para cazar salmones, uno de sus alimentos preferidos. Un oso es capaz de ingerir varias decenas de salmones cada día (la cantidad de calorías necesarias para afrontar el siguiente invierno).
Son animales solitarios y en Katmai está prohibido acercarse a menos de 50 metros de los osos, y a 100 metros si van acompañados por crías. Los guardas forestales del parque controlan en todo momento que se cumplan las normas tanto para los visitantes como para los osos: "Son animales que desprenden cariño y nobleza, pero son muy peligrosos cuando se sienten acorralados" les dijeron a unos turistas que tuvieron el placer de poder verlos “la mejor manera de evitar encuentros desagradables con los osos es utilizando el sentido común, esto es, respetando su espacio y haciendo que nos reconozcan como humanos ya que no nos ven como presa”.
Muchos de los ataques a humanos son a causa de un encuentro fortuito cuando una persona sorprende a un oso que no había visto. En estos casos, el animal puede herir a la persona.
El pie de foto de Le Figaro resume la vida de los osos grizzli en Katmai: D’où l’incroyable sérénité que trahit la posture des trois oursons: on ne sait pas ce qui attire leur attention, mais on devine qu’ils n’ont jamais rien eu à redouter ni de la nature ni des hommes. (“De ahí la increíble serenidad que muestra la posición de los tres oseznos: no sabemos lo que llama su atención, pero intuimos que nunca han tenido nada que temer ni de la naturaleza ni de los hombres”)
Entre todas las especies de osos, mis preferidos son el oso polar, el oso panda, el oso pardo y el grandioso oso grizzli (una subespecie del oso pardo) que me fascina por su belleza y corpulencia.
Pueden pesar hasta 680 kg y miden 1 metro postrados sobre sus 4 patas y 2,4 metros cuando se posan sobre sus patas traseras.
Son omnívoros, y aunque los vegetales forman el 90% de su dieta, también cazan presas grandes, como renos, bisontes, venados e incluso osos negros y disfrutan comiendo truchas y salmones.
En Katmai habita la mayor población protegida de osos grizzli, unos 2.000. El parque está ubicado en la península de Alaska, incluyendo la Isla Kodiak y las Cataratas Brooks; en total una extensión de 19.122 km² incluyendo los 13.696 km² del parque en el cual la mayoría son zonas salvajes.
Un hábitat ideal para los osos. Se mueven en total libertad, tienen su espacio y pasado su letargo durante el invierno, en verano se reúnen en las cataratas para cazar salmones, uno de sus alimentos preferidos. Un oso es capaz de ingerir varias decenas de salmones cada día (la cantidad de calorías necesarias para afrontar el siguiente invierno).
Son animales solitarios y en Katmai está prohibido acercarse a menos de 50 metros de los osos, y a 100 metros si van acompañados por crías. Los guardas forestales del parque controlan en todo momento que se cumplan las normas tanto para los visitantes como para los osos: "Son animales que desprenden cariño y nobleza, pero son muy peligrosos cuando se sienten acorralados" les dijeron a unos turistas que tuvieron el placer de poder verlos “la mejor manera de evitar encuentros desagradables con los osos es utilizando el sentido común, esto es, respetando su espacio y haciendo que nos reconozcan como humanos ya que no nos ven como presa”.
Muchos de los ataques a humanos son a causa de un encuentro fortuito cuando una persona sorprende a un oso que no había visto. En estos casos, el animal puede herir a la persona.
El pie de foto de Le Figaro resume la vida de los osos grizzli en Katmai: D’où l’incroyable sérénité que trahit la posture des trois oursons: on ne sait pas ce qui attire leur attention, mais on devine qu’ils n’ont jamais rien eu à redouter ni de la nature ni des hommes. (“De ahí la increíble serenidad que muestra la posición de los tres oseznos: no sabemos lo que llama su atención, pero intuimos que nunca han tenido nada que temer ni de la naturaleza ni de los hombres”)
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