Jean-Marc de Pas Château de Bois-Guilbert Escultura |
El escultor y paisajista Jean-Marc de Pas es el creador del Jardin des Sculptures. Un vasto espacio convertido en un himno al arte y a la naturaleza.
Nació en Rouen en el año 1962. Es Doctor en Filosofía y Ciencias del Arte y diplomado en Bellas Artes por l'Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts y por l'Ecole Boulle de Paris.
En el año 1983 heredó el castillo de Bois-Guilbert, el patrimonio familiar en el que nació y creció. Le encanta la naturaleza y conoce los árboles por sus estudios de ebanistería: "Al niño que no tiene acceso a las fuentes vivas de la naturaleza se le cortan las raíces más profundas".
En el año 1985, siendo estudiante, sueña con transformar las cuatro hectáreas de llanura del antiguo parque del castillo, convertidas en pastos para ovejas y ponis, en un gran jardín de esculturas que rodeara la propiedad familiar.
Abrió su taller en el año 1989 y concibió los planos. El artista escultor se convirtió en paisajista.Sentía lo que la escultura podía aportar en ese maravilloso lugar relacionando el hombre y la naturaleza.
Su concepción de la escultura
Concibe la escultura como elemento de un conjunto, como un punto de encuentro entre lo real y lo espiritual, la materia y el espíritu, el artesano y el filósofo, la naturaleza y el hombre.
En su tesis Le Malléable et sa pétrification, essai poïétique sur une pratique sculpturale, Jean-Marc comenta:
El jardín
Posee un magnífico castaño del siglo XVII y plátanos que datan del año 1780.
Su proyecto se basa en crear una arquitectura vegetal que sirve de marco para sus esculturas. Jean Marc de Pas logra dibujar un gran cuadro vivo de jardines con temas simbólicos esenciales para él: los elementos, las estaciones, el tiempo, la Tierra y el Cosmos.
La mayoría de los árboles se plantaron entre los años 1985 y 1991. Destacan un paseo de plátanos y de hayas púrpuras detrás del castillo para recordar su antigua presencia ancestral. Tilos y castaños, abedules y tejos;, avellanos verdes y rojos para atraer las ardillas y una rotonda de castaños obtenida con las semillas del gran castaño histórico.
En un paseo abrigaño de ochocientos metros se plantaron doce especies alternando tallos y colores a intervalos regulares.
El laberinto de boj o jardín del cosmos está pensado para contemplar la bóveda celeste tumbados sobre el césped. Es el corazón del parque, tiene forma circular y es el acceso de distribución a los espacios y paseos.
Lo diseñó con la intención de poder deambular en su obra, descubriendo poco a poco el parque sin un sentido estricto. Las impresiones y los sentimientos de los visitantes les indicarán el recorrido.
Setenta obras suyas jalonan este paseo.
– Las esculturas de las cuatro estaciones se sitúan en los cuatro puntos cardinales del claustro vegetal: el invierno al norte, la primavera al este, el verano al sur y el otoño al oeste.
– La escultura de la aurora representa a una mujer despertándose en los brazos de Cronos el tiempo, girada hacia el este con el sol elevándose; en la escultura del crepúsculo , la mujer duerme en sus brazos girada hacia el oeste con el sol poniéndose.
– Los bustos de sus antepasados imaginando un encuentro entre ellos.
Ha logrado su sueño: armonizar la naturaleza y la escultura en su lugar de nacimiento. Una bella forma de mantener su origen.
Nació en Rouen en el año 1962. Es Doctor en Filosofía y Ciencias del Arte y diplomado en Bellas Artes por l'Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts y por l'Ecole Boulle de Paris.
En el año 1983 heredó el castillo de Bois-Guilbert, el patrimonio familiar en el que nació y creció. Le encanta la naturaleza y conoce los árboles por sus estudios de ebanistería: "Al niño que no tiene acceso a las fuentes vivas de la naturaleza se le cortan las raíces más profundas".
En el año 1985, siendo estudiante, sueña con transformar las cuatro hectáreas de llanura del antiguo parque del castillo, convertidas en pastos para ovejas y ponis, en un gran jardín de esculturas que rodeara la propiedad familiar.
Abrió su taller en el año 1989 y concibió los planos. El artista escultor se convirtió en paisajista.Sentía lo que la escultura podía aportar en ese maravilloso lugar relacionando el hombre y la naturaleza.
Su concepción de la escultura
Concibe la escultura como elemento de un conjunto, como un punto de encuentro entre lo real y lo espiritual, la materia y el espíritu, el artesano y el filósofo, la naturaleza y el hombre.
En su tesis Le Malléable et sa pétrification, essai poïétique sur une pratique sculpturale, Jean-Marc comenta:
“Habito en una tierra,
O,
Debería decir,
Soy habitado por una tierra.
Una tierra de infancia,
Una tierra de refugio.
He crecido en ella como un árbol,
Y mis dedos,
convertidos en raíces,
excavan las profundidades de la tierra.
He crecido en el lugar llamado: ‘ la Glos ‘.
Ancianos, en el pueblo,
dicen que significa: légamo.
El légamo como tierra de origen.
El légamo, tierra grasa, tierra de arcilla.
Ha llevado mi infancia,
Me ha modelado.
La tierra modela a los hombres.
Me ha cogido en su seno,
Ha despertado en mí el gusto por la pasta.
Me ha dado el alma de un modelador”.
El jardín
Posee un magnífico castaño del siglo XVII y plátanos que datan del año 1780.
Su proyecto se basa en crear una arquitectura vegetal que sirve de marco para sus esculturas. Jean Marc de Pas logra dibujar un gran cuadro vivo de jardines con temas simbólicos esenciales para él: los elementos, las estaciones, el tiempo, la Tierra y el Cosmos.
La mayoría de los árboles se plantaron entre los años 1985 y 1991. Destacan un paseo de plátanos y de hayas púrpuras detrás del castillo para recordar su antigua presencia ancestral. Tilos y castaños, abedules y tejos;, avellanos verdes y rojos para atraer las ardillas y una rotonda de castaños obtenida con las semillas del gran castaño histórico.
En un paseo abrigaño de ochocientos metros se plantaron doce especies alternando tallos y colores a intervalos regulares.
El laberinto de boj o jardín del cosmos está pensado para contemplar la bóveda celeste tumbados sobre el césped. Es el corazón del parque, tiene forma circular y es el acceso de distribución a los espacios y paseos.
Lo diseñó con la intención de poder deambular en su obra, descubriendo poco a poco el parque sin un sentido estricto. Las impresiones y los sentimientos de los visitantes les indicarán el recorrido.
Setenta obras suyas jalonan este paseo.
– Las esculturas de las cuatro estaciones se sitúan en los cuatro puntos cardinales del claustro vegetal: el invierno al norte, la primavera al este, el verano al sur y el otoño al oeste.
– La escultura de la aurora representa a una mujer despertándose en los brazos de Cronos el tiempo, girada hacia el este con el sol elevándose; en la escultura del crepúsculo , la mujer duerme en sus brazos girada hacia el oeste con el sol poniéndose.
– Los bustos de sus antepasados imaginando un encuentro entre ellos.
Ha logrado su sueño: armonizar la naturaleza y la escultura en su lugar de nacimiento. Una bella forma de mantener su origen.
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