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| I II III |
Desde niña me han fascinado los fuegos artificiales y siempre que tengo ocasión, al observar el cielo de noche colmado de luces de diferentes colores, retorno encantada a mi niñez.
Desearía estar en Cannes donde tiene lugar desde el 4 de julio Le Festival d'Art Pyrotechnique que se prolongará hasta finales de agosto.
Su origen se remonta al año 1967, cuando la sociedad Ruggieri y la Ciudad de Cannes convirtieron el primer concierto en una competición internacional entre los pirotécnicos más célebres de la época suscitando una gran admiración entre los Cannois y los visitantes.
Encendidos sobre gabarras ancladas en la bahía, orquestados al ritmo de una banda musical y coreografiados sobre un tema simbólico, se implantaron las bases de un concepto inédito. Variaron en el transcurso de los años, mientras que las realizaciones de los pirotécnicos, siempre más espectaculares, mejoraban en sofisticación y en originalidad. En el año 1998 acudieron 80.000 espectadores, actualmente más de 150.000 personas acuden para admirar las fugaces creaciones que los mejores pirotécnicos del mundo exponen bajo el cielo estrellado de la Bahía de Cannes.
En su página oficial definen magistralmente a estos geniales artistas: “Pintar o hacer la guerra, son dos de las opciones que se les ofrecen a los hombres que controlan las bombas, los morteros, los cohetes, los detonadores, el polvo, y que concurren bajo la bandera de su país, pero el Sabio es el que hace de una cosa el uso más noble, los pirotécnicos son unos Sabios: artistas que se liberan del marco de un cuadro clásico para hacer del cielo su lienzo. Si lo que pintan es efímero, su talento se juzga por la categoría de la persistencia visual y emocional que suscitan la fuerza y la belleza de sus obras en quienes asisten a sus certámenes piromusicales”.
Uno de los espectáculos de este año está realizado por la sociedad italiana Vaccalluzzo que ha titulado "From Cannes with Love"(Desde Cannes con Amor).
Francia es célebre por todo el mundo por el tema del Amor, por ello Vaccalluzzo ha querido celebrar el romanticismo. Su objetivo principal del espectáculo es hacer viajar al público en una dimensión romántica del amor bajo todas sus formas, desea llegar al alma del público, transmitiendo una verdadera emoción y haciendo vibrar los sentimientos más profundos del auditorio.
El espectáculo se desarrolló en nueve actos diferentes:
– Homenaje de apertura a Francia y a la Ciudad de Cannes: oda al amor, La vie en Rose (Edith Piaf) y Attraction (Paris Combo).
– El amor nostálgico: Caruso (Lucio Dalla).
– La conquista del amor: Nessun Dorma, de la ópera Turandot (Giacomo Puccini interpretada por Luciano Pavarotti).
– El amor idílico: Nel blu di pinto di blu (Domenico Modugno).
– La armonía del amor: adagio in C Minor (Yanni).
– El amor imposible: banda sonora de la película Avatar (James Horner).
– El amor acabado: Sky Fall de la película Skyfall de James Bond (Adele).
– El amor atormentado: Otello (Gioacchino Rossini).
– Homenaje final a Francia y a la Ciudad de Cannes: el amor erótico, Can Can du Galop Infernal de la ópera Orphée aux Enferts (Jacques Offenbach).
Espero que os guste este vídeo en el que se combinan: innovación, riqueza estética, puesta en escena y sincronización rítmica que muchos afortunados pudieron admirar el pasado 21 de julio en un lugar refinado y único como es la Bahía de Cannes.
Desearía estar en Cannes donde tiene lugar desde el 4 de julio Le Festival d'Art Pyrotechnique que se prolongará hasta finales de agosto.
Su origen se remonta al año 1967, cuando la sociedad Ruggieri y la Ciudad de Cannes convirtieron el primer concierto en una competición internacional entre los pirotécnicos más célebres de la época suscitando una gran admiración entre los Cannois y los visitantes.
Encendidos sobre gabarras ancladas en la bahía, orquestados al ritmo de una banda musical y coreografiados sobre un tema simbólico, se implantaron las bases de un concepto inédito. Variaron en el transcurso de los años, mientras que las realizaciones de los pirotécnicos, siempre más espectaculares, mejoraban en sofisticación y en originalidad. En el año 1998 acudieron 80.000 espectadores, actualmente más de 150.000 personas acuden para admirar las fugaces creaciones que los mejores pirotécnicos del mundo exponen bajo el cielo estrellado de la Bahía de Cannes.
En su página oficial definen magistralmente a estos geniales artistas: “Pintar o hacer la guerra, son dos de las opciones que se les ofrecen a los hombres que controlan las bombas, los morteros, los cohetes, los detonadores, el polvo, y que concurren bajo la bandera de su país, pero el Sabio es el que hace de una cosa el uso más noble, los pirotécnicos son unos Sabios: artistas que se liberan del marco de un cuadro clásico para hacer del cielo su lienzo. Si lo que pintan es efímero, su talento se juzga por la categoría de la persistencia visual y emocional que suscitan la fuerza y la belleza de sus obras en quienes asisten a sus certámenes piromusicales”.
Uno de los espectáculos de este año está realizado por la sociedad italiana Vaccalluzzo que ha titulado "From Cannes with Love"(Desde Cannes con Amor).
Francia es célebre por todo el mundo por el tema del Amor, por ello Vaccalluzzo ha querido celebrar el romanticismo. Su objetivo principal del espectáculo es hacer viajar al público en una dimensión romántica del amor bajo todas sus formas, desea llegar al alma del público, transmitiendo una verdadera emoción y haciendo vibrar los sentimientos más profundos del auditorio.
El espectáculo se desarrolló en nueve actos diferentes:
– Homenaje de apertura a Francia y a la Ciudad de Cannes: oda al amor, La vie en Rose (Edith Piaf) y Attraction (Paris Combo).
– El amor nostálgico: Caruso (Lucio Dalla).
– La conquista del amor: Nessun Dorma, de la ópera Turandot (Giacomo Puccini interpretada por Luciano Pavarotti).
– El amor idílico: Nel blu di pinto di blu (Domenico Modugno).
– La armonía del amor: adagio in C Minor (Yanni).
– El amor imposible: banda sonora de la película Avatar (James Horner).
– El amor acabado: Sky Fall de la película Skyfall de James Bond (Adele).
– El amor atormentado: Otello (Gioacchino Rossini).
– Homenaje final a Francia y a la Ciudad de Cannes: el amor erótico, Can Can du Galop Infernal de la ópera Orphée aux Enferts (Jacques Offenbach).
Espero que os guste este vídeo en el que se combinan: innovación, riqueza estética, puesta en escena y sincronización rítmica que muchos afortunados pudieron admirar el pasado 21 de julio en un lugar refinado y único como es la Bahía de Cannes.
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