2/2/14

Lois Greenfield: los bailarines como esculturas vivas

Lois Greenfield       Imágenes:    I      II      III
"Los bailarines ilustran el paso del tiempo, le dan sustancia y lo materializan. En mis fotografías el tiempo se detiene, una fracción de segundo se convierte en una eternidad y un momento efímero es sólido como escultura". Con estas palabras define Lois Greenfield su trabajo aunque omite la belleza que emana de él y que deleita a quienes lo contemplamos.

Nació en Nueva York en el año 1949 y su primer contacto con el mundo de la imagen lo tuvo a los catorce años cuando pasó un verano trabajando en una reserva Apache llevando consigo una pequeña cámara. Obtuvo la licenciatura en Antropología por la Universidad de Brandeis.

Compaginaba sus estudios como periodista gráfica documentando culturas diferentes lo que le permitieron seguir con proyectos antropológicos y durante su último año de universidad comenzó a trabajar profesionalmente como fotógrafa de prensa con la ambición de convertirse en cineasta etnográfica; sin embargo, al ser enviada a fotografiar un ensayo general para un concierto de danza en los años setenta, su carrera tomó un nuevo rumbo llevándola a convertirse en lo que es actualmente: la máxima exponente en captar el movimiento del cuerpo humano en el tiempo y en el espacio.

En el año 1980 fundó su propio estudio en el barrio de Chelsea en Manhattan: "Quería hacer mis propias fotos con bailarines, pero ya no desde afuera. Empecé a invitarlos a mi estudio para buscar una nueva forma de trabajar la fotografía de danza. Mi principal investigación consistía en crear momentos mágicos". Lois dirige y controla todos los aspectos relativos al fondo, la luz, el espacio y los movimientos de los bailarines sin las restricciones que exige el mundo de la danza. Dispone de un grupo de bailarines profesionales con los que realiza sesiones fotográficas que requieren un gran esfuerzo físico y que pueden resultar a veces muy duras al desafiar las leyes de la gravedad.

Lois precisa que retrata “el espíritu de la danza” y no la “danza” y que no se definiría como “fotógrafo de danza”.

Lois coordina y capta estos segundos fugaces sin trucos digitales ni arneses que sostengan a los bailarines aunque pueda parecerlo:

No utilizo Photoshop porque no me interesa. Lo que me interesa es hacer fotos que desafíen la lógica, que sean muy misteriosas y que la gente no entienda cómo sucedió, pero que haya sido real. Si sitúas a bailarines juntos en el aire con Photoshop, son bailarines en el aire sin relación entre ellos. Y yo trabajo con bailarines porque me gusta la emoción, el sentimiento, que haya conexión en las formas, en las caras, en las líneas. El bailarín es una escultura viva, es el que crea la forma, y yo puedo dirigir la forma porque hay muchos momentos en el aire. Creo que Photoshop es una herramienta donde la tecnología crea la estética. ¿Y dónde está la persona?”.

Tal es la su influencia de su obra en el mundo de la danza, que en el año 2004 el Australian Dance Theatre creó el espectáculo “Held en el que sus imágenes fueron transmitidas en tiempo real en dos pantallas de proyección, mostrando a la audiencia el baile y su representación simultáneamente.

Coincido plenamente con Lois cuando afirma: “Me encantan las fotos en blanco y negro. Siempre pienso que aportan algún tipo de belleza natural a una imagen”.

En el siguiente vídeo podéis percibir su magnífico trabajo. Espero que disfrutéis tanto como yo.

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