Palacio de la Magdalena Mar Jardines de Piquío |
Como veis, este mes dedico parte de él a compartir con vosotros mis viajes. Santander es mi ciudad costera preferida. Acogedora y tranquila, pude disfrutar de su arte, de sus playas, de su prodigioso paisaje y de su gastronomía.
Los santanderinos me acogieron afablemente durante mi estancia gracias a mi querido anfitrión que (entonces estaba destinado allí) conocía y era conocido en todos sitios.
Pasear por sus calles observando la elegancia de su edificación; contemplar el mar desde el mirador donde rompían las olas; degustar cualquier manjar en las terrazas, restaurantes o en el Barrio Pesquero me resultó profundamente gratificante.
Os dejo un fragmento de la canción compuesta por Jorge Sepúlveda que también fue cautivado por esta ciudad:
No os haré una relación de los lugares que visité porque he tenido que realizar un vídeo al no encontrar alguno que me satisficiera. Espero que os guste.
Los santanderinos me acogieron afablemente durante mi estancia gracias a mi querido anfitrión que (entonces estaba destinado allí) conocía y era conocido en todos sitios.
Pasear por sus calles observando la elegancia de su edificación; contemplar el mar desde el mirador donde rompían las olas; degustar cualquier manjar en las terrazas, restaurantes o en el Barrio Pesquero me resultó profundamente gratificante.
Os dejo un fragmento de la canción compuesta por Jorge Sepúlveda que también fue cautivado por esta ciudad:
Santander
Santander, eres novia del mar
Que se inclina a tus pies
Y sus besos te da.
Santander, las estrellas se van
Pero vuelven después
En tu cielo a brillar.
Yo también, dejaré tu bahía
Y un recuerdo en mi vida
Que jamás borraré.
Santander, al marchar te diré
Guarda mi corazón, que por el volveré.
Santander.
No os haré una relación de los lugares que visité porque he tenido que realizar un vídeo al no encontrar alguno que me satisficiera. Espero que os guste.
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